¿Qué debemos exigirle al fotógrafo profesional?
Primeramente la firma de un contrato legal, en el que figuren mínimo, vuestros datos y los de la Empresa. Fecha, hora y lugar del enlace, servicios a prestar, importes, y formas de pago. También es conveniente que os demuestre el fotógrafo que está al corriente de los pagos con la Seguridad Social, mostrándote alguna documentación en vigor, como por ejemplo, el último recibo de autónomos. Con esto evitaréis, que si no lo está y se entera la competencia, tengáis una inspección de trabajo el día boda y os quedéis compuestos y sin fotógrafo. Daros cuenta que hoy día con la crisis hay muchos intrusos con cámaras que quieren estar en el mercado ilegalmente sin pagar lo estipulado por ley.
Y por supuesto, exigirle al fotógrafo profesional factura legal con IVA, por si tuviérais que reclamar defectos en sus servicios.
¿Dónde buscar un buen fotógrafo profesional?
Hasta hace pocos años el recorrer tu ciudad, visitar ferias del sector y el contactar con el fotógrafo que le hizo el reportaje a unos amigos, eran los casi únicos métodos de contactar con buenos fotógrafos. Actualmente, con el uso de Internet, la oferta de fotógrafos se ha ampliado de forma espectacular: Webs, Blog y Facebooks de fotógrafos… hacen que encontrar fotógrafos profesionales esté al alcance de cualquiera de forma más rápida y sencilla.
¿En que nos tenemos que fijar a la hora de buscar un buen fotógrafo profesional?
Tenemos que recorrer sus galerías de fotos y decidir si os gusta su estilo de fotografía. Piensa que normalmente sólo las mejores fotos son las que están expuestas, o las que al fotógrafo le gusta por algo especial. Habla con él, aunque sea por teléfono o por las redes sociales. Pregúntale por su forma de trabajar, plantearle vuestras dudas, vuestras impresiones, como os gustarían las fotos, si tiene algún problema con vuestra idea de reportaje. También fijaros en sus tarifas. Pide presupuesto a los que más os gusten. Observad el coste del servicio fotográfico dentro del conjunto del gasto de la boda. Gastarse un 10% o un 15% en el fotógrafo no está nada mal. Piensa que al contrario del banquete, las flores, el vestido y el traje... son las fotos impresas en un álbum las que quedarán para siempre.
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